Chorizo Tradición Revilla, el chorizo ideal para tus bocadillos


Según el tipo de uso que vayamos a darle, existen diferentes tipos de chorizo que sabrán adaptarse mejor a nuestras necesidades. Para un asado o barbacoa preferiremos un chorizo más grueso, quizás algo más crudo para que se cocine bien a las brasas. Para un guiso elegiremos mejor uno algo más maduro, que haya asimilado el sabor del pimentón y sus especias y las desprenda en el caldo. Y luego está el chorizo ideal para un bocadillo como el que se presenta en esta nueva entrada, el Chorizo Tradición de Revilla.

Dieciséis lonchas en un envase de 85 gramos, aproximadamente para unas tres raciones o dos si nos gustan los bocadillos cargados, es la propuesta que nos trae Revilla. Envase de plástico, tipo bandeja cuadrada, cubierta con un papel del mismo material, con abrefácil y toda la parte gráfica en la superficie. El Chorizo Tradición se compone por carne curada de cerdo con sal, pimentón, ajo y otros ingredientes como lactosa, proteína de soja y de la leche así como algunos conservantes. No contiene gluten pero sí alérgenos lácteos o de la soja. Unas 327 kilocalorías para los 100 gramos, mejor no abusar de él y alternar el relleno de los bocatas con jamón york u otros fiambres menos calóricos.



Maritoñi, el bizcocho glaseado relleno de cabello de ángel


Maritoñi es un pastelito de unos 75 gramos conformado por dos bases circulares de bizcocho de unos 8 centímetros de diámetro, un relleno de cabello de ángel, todo ello recubierto por una fina capa de azúcar glass. Otros ingredientes que le acompañan son huevos, margarina, canela y manteca. Una buena dosis de “Es-” (colorantes y conservantes) forman parte también de su composición.

Cuando abres el paquete en el que viene cada pastelito de manera individual descubres esta especie de “dorayaki” recubierto de azúcar glass y relleno de cabello de ángel. He podido comprobar que según la suerte que tengas, unas veces vendrá más blanquito que otras, según la cantidad de azúcar que le eche el fabricante. Igualmente, desconociendo yo hasta qué punto la producción de una Maritoñi es manual o industrial, es posible encontrar que los dos bizcochos, pieza principal de este dulce, estén encajados frente a frente o, todo lo contrario, cada uno por su lado, totalmente desencajados. Igualmente, nadie te asegura que la distribución de la crema será homogénea o que te encuentres un pegote en un lado y el otro completamente vacío.

Dátil Fresh, el original zumo de dátil y limón


Si nos proponen que digamos la primera fruta para hacer zumo que se nos ocurra, probablemente pensemos en naranja o manzana. Los preocupados por el tipito dirán pomelo o limón. A los que les guste lo dulce le tirará más el de melocotón o piña y luego estarán los que como a mí les guste más el de arándanos o el de granada ¿Será por posibilidades? Y con todo eso, seguro que a muy pocos se les ha ocurrido el que os quiero acercar: zumo de dátil y limón Dátil Fresh.

Hay que reconocer que se trata de un producto extraño. El dátil no es una fruta jugosa y resulta complicado imaginarlo licuado. Es un fruto de baja popularidad, no gusta a todos y ciertamente es un alimento visualmente poco atractivo. En principio resulta lógico que no lo encontremos en los stands de todas las tiendas, pero al menos a mí, me ha resultado una propuesta de lo más interesante. Voy a detallar más lo que me he encontrado.